En en el momento en el que Haw seguía caminando a lo largo del laberinto no dejaba de pensar si lo que estaba haciendo le traería un beneficio en verdad, aún seguía pensando en las cosas malas y seguía pensando en sus temores, aunque en cuanto pensaba en lo malo surgía una motivación en lo que bueno que traería el encontrar queso nuevo, y cada vez que lograba aprender algo lo escribía en la pared. Después de estar caminando por el laberinto y encontrar nuevos depósitos de queso que estaban vacíos, pudo ver que en el suelo se hallaban pedazos de queso que nunca antes había visto y cuyo sabor le agradaba bastante. Después de haber visto estos pedazos volvió al depósito en donde se encontraba su amigo para hablarle acerca de semejante hallazgo, pero desgraciadamente su amigo no mostró interés sobre el nuevo queso diciendo que no sabía si le iba a gustar, que prefería su anterior queso, ante esto Haw volvió a emprender su camino en busca de nuevo queso hasta que por fin encontró un depósito lleno de queso, en su mayoría queso que jamás había visto ni probado. Fue en ese momento que escribió todas las cosas que había aprendido en su camino en búsqueda del queso. Su camino no terminó allí pues aunque tenía grandes reservas sabía que buscar nuevos depósitos le ayudaría cuando el queso del depósito actual desapareciera.
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